TERCER FANFIC: SUPERGIRL Y LA MAESTRA DE CARTAS
SEXTO CAPÍTULO: INTERCAMBIO ACCIDENTAL
Al día siguiente, cuando Tomoyo se despidió de su madre Tsonomi, una de las empleadas de servicio contestó una llamada, después fue hacia Tsonomi y le avisó.
– Señora Tsonomi – dijo la empleada – alguien quiere hablar con usted -.
– ¿Quién es? – preguntó Tsonomi revisando un informe en su portátil.
– Es un inspector de la policía – respondió la empleada, Tsonomi extrañada aceptó y la empleada le entregó el teléfono inalámbrico.
– Habla Tsonomi, ¿en qué le puedo colaborar…? ¿eres tú? No puede ser… – contestó Tsonomi y al escuchar la voz del inspector se asustó.
En el instituto, después de entrar a las clases de la mañana, los estudiantes prepararon todo para el festival. Durante el receso, en una de las pequeñas tribunas de la cancha de baloncesto, todo el grupo de compañeras de estudio de Sakura y todo el grupo de compañeras de Linda acordaron el plan de una fiesta que sería en la casa de la familia Daidouji, cuando varias compañeras fueron hacia la cafetería, Sakura, Tomoyo y Linda caminaron hacia el árbol para compartir la comida que preparó Sakura.
– Está deliciosa la comida que preparas Sakura – dijo sonriente Linda.
– Gracias – respondió Sakura – me encanta cocinar desde que era pequeña -.
– Linda, quiero saber ¿si tu primo supo todo lo que te ocurrió? – preguntó Tomoyo.
– El si supo lo que ocurrió en aquel incendio, como se enteró por las noticias internacionales, al final y a cuentas él sabe que soy responsable de mis propios actos, ya que antes acordábamos que yo no iba hacer esa clase de actuaciones, sea en colaborar o en intervenir en cualquier situación, solamente me quedo en estudiar y terminar, tanto en secundaria y en la preparatoria como en la universidad, hoy día es diferente, porque soy libre en resolver situaciones, pero con toda responsabilidad – explicó Linda.
– ¿Entonces su primo también supo que nosotros descubrimos su verdadera identidad? – preguntó Sakura.
– Claro, pero tuve que contarle toda la verdad – respondió Linda – le expliqué todo lo que pasó y sobre ustedes, creo que me entendió y no me llamó la atención en ese momento, no sé qué pensará hoy -.
Durante la conversación, sonó el celular de Tomoyo, quien contestó de una vez, luego lo apagó y avisó a Sakura.
– Sakura, seguramente van a llegar mi grupo de guardaespaldas, ya que mi madre me pidió que vaya de una vez a la sede de la empresa – dijo Tomoyo.
– ¿Es algo grave? – preguntó Sakura.
– No lo sé – respondió Tomoyo – cuando me habló la sentí algo rara en su voz -.
– Si es algo importante, me avisas para ayudar en lo que pueda – dijo Sakura.
– Si quieren, me ofrezco también para ayudar – Linda se ofreció.
– Gracias, cuando sepa claramente lo que sucede, les avisaré a tiempo – agradeció Tomoyo.
Llegaron las clases de la tarde, uno de los coordinadores avisó al profesor que estaba con el grupo de estudiantes para que avisara a Tomoyo, el profesor fue y avisó a Tomoyo para salir del aula, Tomoyo alistó sus útiles en su morral, se despidió de Sakura y de Linda y salió del aula, todos se extrañaron y preguntaron a Sakura, pero ella no sabía cómo responder ante tantas preguntas.
– La señorita Tomoyo tiene permiso de salir por motivos familiares – respondió el profesor.
Saliendo del instituto, Tomoyo se encontró con sus guardaespaldas, quienes la condujeron en el lujoso auto negro hacia la sede de la multinacional, allá Tomoyo se bajó del auto, entró al edificio y fue hacia el despacho de presidencia de la multinacional, allá le pidieron que tomara asiento y esperara, en ese momento Tomoyo estaba confundida de lo que podía suceder. Minutos después salió Tsonomi para ver a Tomoyo.
– Hola mamá – saludó Tomoyo – ¿qué está pasando? ¿por qué me avisas en estos momentos? No entiendo -.
– Tomoyo… – respondió Tsonomi – quiero que conozcas a alguien -.
Tomoyo se levantó, Tsonomi abrió la puerta de su lujosa oficina, allá Tomoyo miró a un señor de la misma edad de Tsonomi, era apuesto, moreno y de cabello negro, su rostro expresa seriedad, pero cuando miró a Tomoyo, sonrió.
– ¿Cómo estás Tomoyo? Por fin te encuentro hace mucho tiempo – el hombre abrazó a una Tomoyo confundida.
– ¿Quién eres? – preguntó Tomoyo.
– Tomoyo, él se llama Kurogane Daidouji y es tu verdadero padre – respondió Tsonomi, Tomoyo no lo podía creer.
– ¿Tú eres mi papá? – era la única pregunta que formuló Tomoyo quien sintió con un nudo en su garganta y con su corazón latiendo más rápido de lo normal.
– Cierto… – le respondió Kurogane.
Tomoyo empezó a llorar con algo de felicidad y se abalanzó hacia los brazos de su padre para sollozar, ya que en muy pocas ocasiones lloraba de felicidad.
– Cuando estés tranquila – pidió Tsonomi – queremos explicarte algo muy importante que tienes que saber -.
Minutos después Tomoyo se tranquilizó, secó sus lágrimas con su pañuelo blanco y empezó a conversar con sus padres.
– Hija – empezó a contar Kurogane – sé que me preguntarás muchas cosas, pero quiero explicarte brevemente lo que me pasó aquella vez con Tsonomi cuando eras muy pequeña. Desde muy joven siempre me interesó en estar en la policía japonesa, conocí a Tsonomi cuando su bisabuelo estaba en uno de los eventos empresariales y la llevaba para acompañar, ella me vio cuando yo era uno de los policías guardaespaldas, la verdad vi cómo era de hermosa en eso entonces, de ahí pudimos hablar poco, luego, como los jóvenes de esa época hacían locuras, pues me hice pasar como una personalidad importante para conquistar a Tsonomi, convenciendo a su bisabuelo para que aceptaran como un nuevo miembro de la familia. Cuando Tsonomi supo que yo estaba continuando como inspector de policía y me han notificado de la INTERPOL y de la DEA para ir a los Estados Unidos, me exigió explicaciones y me impidió que fuera allá, ya sabes cómo es tu madre, por esa razón, una noche, cuando ella estaba dormida, aproveché en salir disimuladamente sin que nadie se percatara, al llegar a la ciudad norteamericana de Detroit, hice una llamada a tu madre y le expliqué la verdad, como ella no aceptó, terminábamos nuestra relación -.
– Por eso no me habías explicado, ¿por qué no me dijiste antes? – preguntó Tomoyo a su madre.
– Porque cuando eras pequeña, no quería decirte la verdad sobre tu padre, además, ese vacío lo llenaste por el amor y cariño que tienes con Sakura – respondió Tsonomi.
– ¿Sakura? – preguntó Kurogane – ¿te refieres a la hija del profesor Kinomoto? -.
– Exactamente – respondió Tsonomi.
– Aún así… – dijo Tomoyo – independiente de todo lo que pasó, que alegría me da en verte mucho tiempo papá -.
Dicho ello Tomoyo lloró de alegría y volvió a los brazos de Kurogane. Minutos después Tomoyo se tranquilizó y Kurogane continuó hablando.
– Ahora quiero contarte el por qué regresé – continuó explicando Kurogane – en estos momentos, como actual inspector de la policía y agente de la INTERPOL, estoy asignado en un asunto de una multinacional norteamericana que establecieron hace varios años en Japón una sucursal, además de entablar relaciones empresariales con importantes empresas y compañías japonesas, como la empresa que maneja Tsonomi, ya que las leyes de Japón impiden que la DEA o la INTERPOL no pueden actuar para confiscar sin la debida autorización del gobierno y de la justicia de Japón, para ello la INTERPOL hace algunos días comenzó en abrir una investigación, contando con el permiso del gobierno japonés, a las empresas japonesas que han tenido relación con la liquidada multinacional Luthor Corp. -.
Cuando Kurogane explicó, Tomoyo empezó a pensar.
– ¿Luthor Corp.? – preguntó Tomoyo – nunca he escuchado sobre esa empresa. Mamá, ¿es cierto que nuestra empresa tiene alguna relación con esa empresa? -.
– Si – respondió Tsonomi – pero nuestra empresa nunca ha hecho algo indebido con dicha multinacional, además, como dije antes, estamos en completa disposición para colaborar con la investigación -.
– Sabía que eres muy sensata, nunca has cambiado – dijo Kurogane – eso es lo que me gusta de ti -.
– Mi mamá nunca oculta, a pesar de que trabaja casi todos los días – dijo Tomoyo – confío en que todo saldrá bien para todos -.
– Espero que así sea – dijo Kurogane.
– Bueno, hablaré con los miembros de la junta directiva para saber lo que debemos hacer y colaborar en dicha investigación – dijo Tsonomi levantando para salir de la oficina y avisar a su secretaria para llamar a los socios de la compañía.
– Papá, ya que volviste, me gustaría saber si puedes tener algo de tiempo para compartir con mis amigos y con algunas estudiantes norteamericanas en mi casa – invitó Tomoyo.
– No podré Tomoyo – respondió Kurogane – tengo que estar pendiente de esta investigación durante estos días -.
– Lástima – dijo Tomoyo – ¿por cuánto tiempo estarás en Japón? -.
– No lo sé, depende de lo que suceda – respondió Kurogane – lo que ahora quiero es verte, saber cómo estás y compartir algo contigo Tomoyo -.
Pasaron los días de clase para llegar a otro fin de semana, del cual el grupo de estudiantes visitaron la casa de la familia Daidouji, todas las presentes se asombraron al ver la imponente mansión.
– Nunca imaginé esta casa – dijo Nathaly.
– Es similar a las casas que vi cuando visité Beverly Hills – dijo Sarah.
– Gracias – agradeció Tomoyo – me encanta recibir a mis nuevas amigas -.
– Hoy cantaremos karaoke, jugaremos algunos videojuegos y tomaremos una merienda y luego iremos al parque de atracciones – sugirió Sakura y todas estuvieron de acuerdo.
Por toda la mañana el grupo recibió la presencia de los amigos de Sakura: Eriol, Shaoran y Meiling, con ellos pasaron gratos momentos. Al medio día cogieron un bus, alquilado por Tomoyo a la empresa de su madre, para que el grupo fuera; primero a un restaurante de comida internacional, luego al parque de diversiones, en donde se dividieron en pequeños grupos para montar en las diferentes atracciones mecánicas, mientras Eriol, Tomoyo y Meiling fueron al laberinto de espejos.
– ¿Extrañas este lugar cuando era la antigua mansión de Clow? – preguntó Tomoyo a Eriol.
– Así es… – respondió Eriol.
– No se imagina lo que pasó, Sakura me contó que capturó y transformó a la vez la carta sellada hace un año, en esa torre – Tomoyo señaló a la torre más alta del parque de diversiones.
– Eso me contó Sakura – respondió Eriol – lo que más me sorprende es que cada vez la magia de Sakura sea más poderosa, ahora veo que usa nuevos métodos y resolver fácilmente las dificultades, además, es muy respaldada y querida por las cartas y por Shaoran, eso me alegra mucho -.
– Los dos ya casi son novios y aunque tienen diferentes maneras de expresar en lugares diferentes, siempre han mostrado su cariño por encima de cualquier circunstancia que venga – añadió Meiling – ¿por qué no vamos a este lugar? A ver si podré sorprender a Hiraguisawa -.
– Quiero ver si eres capaz de sorprenderme – respondió Eriol y los tres entraron al lugar.
El grupo de Linda y Sakura llegaron a montar en la montaña rusa, y para ir bien repartidos decidieron en dividir en tres pequeños grupos, en el primer carro se montaron Sakura, Linda, Shaoran, Miley, Rose y Nathaly, en el segundo carro se montaron las compañeras de Sakura y en el tercer carro se montaron las compañeras de Linda. Todos se divirtieron en la atracción mecánica, lo que no sabían era que un joven manejador de controles de la atracción recibió una llamada de su celular, contestó y en pocos minutos apagó el celular, esperó que viniera el primer carro para dejar salir a Sakura, Shaoran, Linda y las demás, luego dejó el carro vacío impidiendo que las otras personas que estaban de turno subieran, luego el joven salió sin que la gente se enterara y cuando no vio a nadie, sacó un pequeño control en uno de los bolsillos de su pantalón y comenzó en manejar directamente hacia los controles de la máquina, aumentando poco a poco la velocidad de los carros en la montaña rusa.
Los que estaban en los carros de dicha atracción se dieron cuenta que pasaron por el punto de llegada tres veces, eso comenzaron de la alegría a la preocupación y al desespero, pidiendo auxilio a gritos.
– ¿Por qué no paran los carros? – preguntó Sakura preocupada.
– Debemos que avisar al encargado de los controles de la atracción – sugirió Shaoran y todos corrieron hacia el lugar de controles.
Cuando miraron que no había nadie, algunas personas fueron para reclamar al lugar de la administración del parque, pero el panel de control de la montaña rusa sufrió un gran corto circuito, explotando la cabina, eso alertó a todos los presentes quienes cayeron al piso.
Linda abrazó a Sakura y a Shaoran cuando los tres cayeron al suelo.
– ¿Estás bien Linda? – preguntó Sakura.
– Estoy bien – respondió Linda – necesito que salgan, tengo que evitar esta situación -.
– Pero es peligroso – advirtió Shaoran.
– Sé cómo solucionar – respondió Linda, Sakura respaldó y se fue con Shaoran para buscar a los demás compañeros.
Linda aprovechó la confusión de la gente, encontró una zona de árboles y de manera disimulada entró en dicha zona.
Eriol, Tomoyo y Meiling escucharon la explosión y salieron del lugar para ver lo que estaba ocurriendo, afueras encontraron a Sakura y a Shaoran.
– ¿Qué sucede? Escuché una explosión – preguntó Eriol.
– Hay un grave problema en la montaña rusa – respondió Shaoran.
– ¿Los demás se encuentran bien? – preguntó Tomoyo.
– Nuestras compañeras están atrapadas en los carros que no paran de girar por toda la atracción – respondió Sakura.
El carro en donde vinieron las compañeras de Sakura tambaleó cuando pasó por la curvas de la montaña y al llegar con bastante velocidad a la llegada, apareció volando Supergirl, quien llegó metros antes del lugar, se paró en los rieles y mostró sus manos de frente para esperar el carro que vino de repente y lo paró con bastante fuerza, disminuyendo la velocidad del carro hasta pararlo por completo, surgiendo una gran inercia a las ocupantes de aquel carro, luego abrió los cinturones de seguridad y la barra de protección para que salieran las compañeras de Sakura, quienes agradecieron a Supergirl.
Sin embargo, el otro carro donde vinieron las compañeras de Linda salió volando de la parte más alta de la atracción, todos los presentes gritaron y huyeron con pánico, Sakura sin pensar invocó a escondidas la carta viento para que cubriera sobre el carro, impidiendo que cayera rápidamente al suelo, Supergirl al saber la presencia mágica, acudió rápidamente para coger la parte trasera del carro, después de desvanecer el viento, Supergirl llevó al carro hacia el punto de partida de la montaña rusa.
Todos aplaudieron ante la hazaña de Supergirl y agradecieron por salvar el momento. Sakura y sus amigos corrieron para encontrar y hablar con sus compañeras.
El joven que causó el incidente de la atracción mecánica vio que Supergirl apareció, decidió acercarse poco a poco entre la gente, el administrador del parque lo miró y llamó la atención al joven.
– ¡Joven! Usted no es del personal del parque, porque conozco bien a mis empleados. ¿se puede saber quién recomendó a usted para que manejara una de las atracciones del parque? – preguntó enojado el administrador del parque.
El joven había sacado un pequeño cofre de plomo para entregarlo a Supergirl, pero ante las preguntas del administrador del parque no respondió, entonces el administrador avisó a los guardias de seguridad para que llevaran al joven hacia fueras del parque donde estaban algunos policías. El joven decidió en huir corriendo hacia un sector de árboles, donde tiró el control y el pequeño cofre de plomo, los guardias avisaron a los policías y entre ellos capturaron al joven para llevarlo a la comandancia de policía de la ciudad.
– Espero que no hayan pasado más inconvenientes – dijo el administrador del parque de manera pública – agradezco a Supergirl quien salvó a los jóvenes del grave incidente en la montaña rusa -.
– No me agradezcas, espero que este parque de diversiones sea el más seguro y el más divertido de Japón – respondió Supergirl quien se despidió de todos, emprendiendo su vuelo.
Minutos más tarde se reunieron en la cafetería del parque el grupo de Sakura con las compañeras de Linda.
– Sakura – preguntó Emily – ¿sabes en dónde estará Linda? -.
– La última vez que la vi salió a esconder entre los arbustos cuando ocurrió en la montaña rusa – mintió Sakura.
– ¿Dónde estará? – se preguntó Miley – si no encontramos a Linda, Lucy y Clark comenzarán en preocuparse por ella -.
– ¿Se refieren a la amiga y al primo de Linda? – preguntó Tomoyo.
– Exacto – respondió Miley.
– Es mejor que no la busquen – aseguró Eriol – porque ahí la veo, ¿adivinen en dónde? -.
Eriol indicó a Linda quien se montó en un carrusel, mirando por todos lados, cuando los vio, salió del carrusel para ir hacia el grupo.
-¿Dónde andabas? – preguntó Meiling.
Como bien saben que estaba montando en otras atracciones – respondió Linda – pues me aparté de la montaña rusa y estar en la entrada del parque hasta que pasara el incidente -.
– Ay Linda – reprochó Miley – aún no has vencido ese miedo -.
– Lo sé Miley – respondió un poco tímida Linda – pero te aseguro que no tendré más miedo -.
– ¿Linda se comporta así cuando ocurre algo? – preguntó Rika.
– Si – contestó Jessica – siempre es extraño, lo mismo que su primo Clark, pero a diferencia de Linda, Clark si es bastante despistado -.
– Definitivamente son tal para cual… – dijo sonriente Tomoyo – claro que Sakura no se queda atrás, tiene un comportamiento similar cuando se espanta con fantasmas y espantos -.
– Claro – añadió Naoko – cuando cuento una historia de fantasmas, Sakura no aguanta -.
– No digan eso, por favor… – suplicó un poco avergonzada Sakura a sus compañeras.
– Bueno, creo que debemos ir del parque – sugirió Sarah – si alguien quiere montar otra atracción, que lo hagan de una vez, porque después nos encontraremos en la salida del parque -.
Todos estaban de acuerdo y en pequeños grupos fueron a otras atracciones.
– Si quieren, los espero en la salida – dijo Linda.
– ¿Pero cómo vas a estar sola? – preguntó Nathaly – que alguien acompañe a Linda -.
– Si quieres, te acompaño y charlamos – Sakura se ofreció.
– Por mí, está bien – dijo Tomoyo.
Mientras los pequeños grupos cogieron las diferentes atracciones del parque, Sakura y Linda caminan hasta la salida del parque.
– Gracias por salvar a mis compañeras – agradeció Sakura.
– No es nada, era deber mío – respondió Linda – aunque no entiendo lo que pasó verdaderamente con el cuarto de controles de la atracción -.
– Es raro, pero creo que fue un error o descuido de uno de los empleados – dijo Sakura.
Las dos jóvenes seguían conversando cuando el cielo se oscureció con nubes grises.
– Creo que va llover – dijo Sakura extendiendo su mano – lástima que no traje mi sombrilla -.
– Estoy en las mismas – respondió Linda.
– Si quieres, vayamos hacia aquel kiosco que está entre los árboles para que no nos mojemos – sugirió Sakura.
Ambas fueron hacia el kiosco, Sakura llegó primero.
– Ya llegamos, espero que pase rápidamente la lluvia – cuando Sakura hablaba, vio que no llegaba Linda – ¿Linda? ¿Dónde estás? -.
Sakura miró por todos lados y encontró a Linda quien estaba tirada en el pasto boca abajo.
– ¡Linda! – al gritar, Sakura corrió a donde estaba caída Linda.
Al encontrarla, Sakura trató de reanimarla, Linda abrió lentamente sus ojos.
– Sakura… – dijo con dificultad Linda adolorida.
– ¿Qué te sucede? – preguntó Sakura.
– Revisa en el suelo… algo me está debilitando – dijo Linda.
Sakura buscó entre los pastos y las raíces del árbol, encontró una rara piedra salida del cofre de plomo y un control roto.
– Es una esmeralda – dijo Sakura – y un pequeño control roto… que raro -.
– Arroje esa piedra lejos… por favor – pidió débil Linda.
– Pero si es una esmeralda – dijo asombrada Sakura.
– No es una esmeralda… – negó Linda – esa piedra es diferente y no es de La Tierra… -.
– ¿Entonces qué es? – preguntó Sakura.
– Es uno de los fragmentos del planeta Kriptón… que cayó hace más de 30 años a La Tierra… la denominan kriptonita… – explicó Linda con cierta dificultad.
– ¿Esta piedra te debilita? – preguntó Sakura, Linda acertó con su cabeza de manera leve.
Al escucharla, Sakura agarró con su mano derecha la kriptonita, pero cuando dispuso en arrojarla lejos, de las nubes grises cayó un rayo hacia el árbol, cuya energía eléctrica electrocutó a ambas, causando un gran destello de luz alrededor el árbol, ese fuerte destello fue percibido por Eriol y Shaoran, quienes preocupados salieron primero y corrieron hacia aquel lugar, seguidos por las compañeras de Sakura y las compañeras de Linda.
Llegando todo el grupo, vieron tiradas en el suelo a Sakura y a Linda inconscientes.
– ¿Pero qué pasó por acá? – preguntó Meiling.
Tomoyo se asustó y desmayó al suelo, el resto socorrieron y trataron de reanimar a Sakura y a Linda. Eriol y Shaoran pensarían en algo peor de lo que les sucedió a Linda y a Sakura.
Escrito el viernes, primero de abril de 2011.
Publicado para Sitio Bagatela, Fanfiction y Facebook: sábado, 28 de mayo de 2011.
Primera corrección: lunes, 19 de marzo de 2012.
Segunda corrección: domingo, 25 de noviembre de 2012.
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