Archivo diario: 26/mayo/2013

Cuarto Fanfic: LA AMENAZA, Capítulo IV

CUARTO FANFIC: LA AMENAZA

CUARTO CAPÍTULO: SUPERMAN INVADIDO

Durante el día de luto en el velorio, Linda no hablaba con nadie, estaba irreconocible vestida de negro, Clark la acompañaba, al igual que Louis, Lucy, Jimmy y el director Danvers. Linda solamente recordaba todo lo que vivió con su amado, esas nostalgias que ella nunca los olvidará.

Al terminar el sepelio, Clark y George llevaron a Linda hacia la casa del hermano de George, Fred Danvers, allá pasaron la noche sin decir ni una sola palabra.

Cuando todos estaban acostados para soñar, en el sueño de Linda, ella encontró a la tienda, cuya entrada estaba Watanuki, esperando.

“Lamento todo lo que ha pasado a tu alrededor…” dijo el joven.

“¿Por qué vine de nuevo hasta acá?” preguntó dudosa y negativa Linda “Sino quería saber nada de lo que me sucedió…”.

“Por favor, no pienses de esa manera…” respondió con tono dulce Watanuki.

“¿Acaso sabes de todo lo que sucedió?” preguntó seria Linda.

“No puedes juzgar, sino sabes lo que sucedió verdaderamente, de ello tu primo no tuvo la culpa…” respondió Watanuki.

“Entonces, ¿por qué no me avisó antes?” preguntó un poco desesperada Linda.

“Cálmate Kara, por favor…” Watanuki trató en tranquilizarla “la verdad, no tenía conocimiento de quién lo hizo y del por qué lo hizo, lo que estoy seguro es que confío en ti para que retomes tu camino hacia tu destino, es cierto que tomaste una decisión arriesgada por amor…”

“Pero no tengo una segunda oportunidad…” negó Linda.

“No digas eso Kara, no te das cuenta que si sigues así, perderás a más seres queridos, ¿eso es lo que quieres?” cuestionó Watanuki.

“No quiero…” respondió triste Linda, frunciendo el ceño.

“En la vida hay una segunda oportunidad para alguien quien quiere salvar y corregir verdaderamente, por ello, el hecho que has venido hasta acá es porque alguien me pidió que te aconseje, porque ella sabe que tú puedes recuperar tu misión y solucionar lo más pronto posible para evitar que ocurra más muertes” explicó Watanuki.

“¿Quién te pidió eso?” preguntó Linda.

“Me pidió Sakura Kinomoto, tu amiga, ya que ella supo sobre los sueños y pesadillas que tuviste, por ello está preocupada de que aquel ser alienígena invada tus sueños para acabar con cada una y con cada uno de los que aprecias, para que luego vaya acabarte… Sobre ello no puedes abandonar, porque si abandonas, seguramente la crisis y el catástrofe será mucho mayor de lo que has visto en tus sueños” insistió Watanuki.

“¿Cómo podré recuperar mis esperanzas para proteger a los seres que más quiero?” preguntó Linda reflexionando.

“Debes decidir sobre tu vida lo más pronto posible, si quieres recuperar tus poderes y retomar tu misión en cuidar y defender a los seres a quienes más quieres” respondió Watanuki, “y para ello hay una posibilidad: debes ir a Inglaterra, hablarás con Eriol y decidirás, porque él es quien te ayudará, encargado por Sakura, para que recuperes tus esperanzas y tus fortalezas y encaminar tu propio destino… Yo estaré pendiente y presto en cualquier momento que requieran”.

“Gracias Kimihiro, no sabes cuánto he sufrido todo este tiempo, dile de mi parte a Sakura que muchas gracias por preocuparse de mí…” al decirlo, Linda se despidió de Watanuki y caminó, saliendo de la cerca de la tienda.

Llegó la mañana de un nuevo día, Linda levantó sus ojos, estaba un poco más tranquila, pensó en el sueño que tuvo cuando habló con Watanuki, minutos después fue a bañar, se secó y puso su ropa.

Edna Danvers, esposa de Fred preparó el desayuno para su esposo, para su nuero George y para Clark, de repente todos se sorprendieron cuando Linda bajó de la habitación hacia la cocina para servir su desayuno.

–       Si quieres, te puedo servir – dijo Edna.

–       Gracias… – respondió Linda, quien se sentó en el comedor de la cocina – Quiero ofrecerles disculpas a todos por mi mala actitud frente todos, en especial frente a ti Clark, por ello quiero hablar contigo a solas -.

–       Claro, no hay problema… – respondió sonriente Clark y ambos se levantaron para ir hacia el cuarto de Linda.

–       Quiero decirte que no tuve las ganas de hablar con nadie, después de estar triste por la desaparición de mis padres y por la muerte de Ethan… – dijo Linda.

–       No te preocupes Kara – respondió Clark – sabía que me dirías, porque eso me hizo recordar cuando murió mi padre adoptivo, del cual me sentía igual de deprimido que tú -.

–       Gracias por entenderme Kal-El – agradeció Linda – en mi último sueño que tuve hablé con el brujo de las dimensiones… -.

–       ¿El mismo quien te regaló aquel traje que portaban mis padres? – preguntó Clark.

–       Si, el mismo – contestó Linda – él me hizo tranquilizar y me alentó para que recuperara mi propio destino que es el de proteger al resto de mis seres queridos, del cual te incluyo, y para ello tendré una segunda oportunidad para recuperar lo que era antes -.

–       Entonces… ¿quieres recuperar tus poderes para vencer a Braniac? – preguntó Clark.

–       Así es… – respondió Linda.

–       ¿Qué te respondió aquel hechicero? – preguntó Clark.

–       En que debo ir a Inglaterra, allá uno de mis amigos japoneses me podrá ayudar para recuperar mis esperanzas, mis fortalezas y mi propia confianza -.

–       ¿Aceptarás lo que le recomendó? – preguntó Clark.

–       Sí, pero esta vez lo haré para olvidar de todo lo horrible que me ha pasado, después que dejé mis poderes – contestó decidida Linda.

–       Me alegra que hayas tomado tu propia decisión, pero quiero advertirte algo – dijo Clark.

–       ¿Cuál? – preguntó Linda.

–       Que no cobres venganza, porque si lo haces de esa manera sería más doloroso durante el resto de tu vida – aconsejó Clark – por ningún motivo un kriptoniano se convierta en asesino de delincuentes, porque tal vez podría convertir en uno de ellos, y no quiero que te pase, debes controlar tus propios sentimientos, esa fue la enseñanza que me dejó mi padre Jor-El -.

Linda aceptó y agradeció a su primo por los consejos, luego se abrazaron y fueron hacia la cocina para desayunar.

Por la tarde, Clark gestionó en compañía de Lois para contactar con un familiar de la familia Lein quien vivía en Inglaterra para que pudiera aceptar recibir la visita y estadía de Linda en Londres.

Tres días después, en Metrópolis Clark y Lucy acompañaron a Linda hacia el aeropuerto internacional, donde se despidieron y la joven cogió el vuelo que la llevaba hacia Londres. Durante el vuelo, Linda recordó nostálgica los momentos que compartió con Ethan: las veces que lo salvó cuando era Supergirl y los sentimientos que transmitió cuando se enamoró de él. Todos esos momentos quería olvidarlos, pero sería difícil para ella.

El avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Londres, Linda se bajó del avión, cogió su equipaje y después de que verificaron los documentos en inmigración para dar un sello al pasaporte, salió a coger un taxi, para ir al lugar que indicaron para hospedar.

Al llegar hacia la dirección indicada en donde está uno de los edificios, Linda pagó al taxista, se bajó del taxi, cogió su equipaje y caminó hacia el portón de uno de los edificios, ahí buscó el botón del número de apartamento y timbró.

“¿Quién?” preguntó una voz femenina desde el citófono.

–       Me llamo Linda Danvers, quiero hablar con la señorita Chloe Sullivan, vine porque me recomendaron que viniera hasta acá por petición de la familia Lein en los Estados Unidos – respondió la joven.

“Claro, con mucho gusto…” después de hablar por el citófono, en pocos minutos se abrió el portón. Linda entró y vio a una joven sonriente, era de su misma estatura, de cabello rubio corto hacia los hombros y con un rostro parecido a Lucy.

–       Hola, bienvenida Linda – saludó la joven.

–       Hola… ¿eres Chloe? – saludó preguntando Linda.

–       La misma en carne y hueso, ¿y tú eres familiar de Clark Kent? – preguntó Chloe.

–       Así es… – respondió Linda.

–       Entonces pase, bienvenida a mi hogar – dijo sonriente Chloe.

Linda entró, llevando el equipaje, allá conversó buen tiempo con Chloe sobre su vida, sobre Clark y sobre la amistad que tiene Linda con las hermanas Lein, eso le gustó mucho a Chloe y comenzaron a ser buenas amigas.

Días después, Linda salió del apartamento de Chloe, caminando hacia una de las importantes universidades inglesas, buscando por una joven japonesa. Tras ser ayudada por el personal universitario, Linda fue hacia una de las aulas, esperó a que terminara la clase y cuando salieron los estudiantes, entró para encontrar a una hermosa joven profesora de tez blanca y de una cabellera de color rojo oscuro.

–       Buenos días, disculpe, ¿usted es la señorita Kaho Mizuki? – saludó Linda.

–       Por supuesto, ¿me imagino que eres la señorita Linda Danvers? – preguntó sonriente Kaho, ante el cual Linda acertó – que bien, Eriol me habló bien de usted -.

–       Qué bueno… – dijo sonriente Linda – porque he venido hasta acá, en Londres, para hablar con él -.

–       Claro… – dijo Kaho, recogiendo sus libros – él te está esperando, si quieres vamos a la cafetería y hablemos, después vayamos a la casa donde vive Eriol -.

Después de estar en la universidad, Linda y Kaho fueron hacia la casa de Eriol, quien acompañado de Nakuru recibió a Linda y dieron la bienvenida.

–       Me alegra que llegaras a pasar por acá – saludó feliz Nakuru.

–       Gracias Nakuru – agradeció Linda.

–       Supe de la conversación que tuviste con el joven brujo dimensional y la decisión que tomaste – dijo Eriol.

–       Por eso vine hasta acá, ya que me ayudaste para que recuperar aquella vez en Japón mis poderes, quiero pedirte que me ayudes para recuperar mis esperanzas, porque en verdad cuando decidí perder mis poderes, dejé mi responsabilidad de proteger al planeta, ya que si recupero mis poderes ahora, los usaría irresponsablemente para vengarme de lo que hizo Braniac a mis padres y al único ser humano de quien me enamoré, y eso es lo que no quiero hacer – explicaba Linda mientras caminaban con sus amigos hacia una gran sala, donde cada una y cada uno se sentaron en los sillones.

–       Entiendo lo que quieres recuperar y es bueno que me hayas pedido a que te ayude – dijo Eriol – lo que me preocupa serían las siguientes víctimas de ese ser -.

–       ¿Será que la próxima puede ser Sakura? – preguntó Linda.

–       No lo creo Kara – respondió Eriol – pero seguramente el próximo sería tu primo -.

–       Es por eso que vine para pedirte que me ayudes – pidió Linda.

–       A partir de hoy te ayudaré – respondió sonriente Eriol.

En las siguientes semanas, Eriol, Kaho y Nakuru comenzaron en ayudar a Linda para fortalecer su autoestima, además, Eriol dio a Linda libros antiguos escritos por el mago Clow, algunos referentes a la magia y otros sobre la ciencia kriptoniana, recibidas por parte de Jor-El cuando el hechicero lo conoció. Entre los escritos que leía, Linda analizó la forma de crear las supercomputadoras y androides que servían para fortalecer la seguridad del planeta Kriptón, entre ellas la creación y control a Braniac. Sin embargo, ella comenzó a preocupar con respecto a la posible amenaza del cual podría sufrir su primo, por lo cual Eriol sugirió en que Linda entrara en sus sueños y buscar a Clark, para poder alertar.

–       ¿Cómo sabré que mi primo sea el próximo amenazado de Braniac? – preguntó Linda.

–       ¿Te acuerdas de las dos pesadillas que tuviste cuando perdiste a tus padres y a Ethan? – Eriol contra preguntó.

–       Esas pesadillas nunca las olvido – contestó Linda.

–       Cuando sueñas con un ser querido, la parte oscura que tienes siempre ha querido hacer algo indebido, en el momento que esa energía extraña que penetró Braniac sobre ti te robó esa parte oscura y lo usó para que esos sueños que tuviste sea una realidad – explicó Eriol.

–       Pero nunca he tenido malas intenciones con nadie – aclaró linda.

–       Seguramente no lo deseaste, pero la inteligencia artificial kriptoniana fue creada para tener inteligencia propia, y como Braniac tuvo antecedentes de rebeldía para acabar con los kriptonianos de la casa de Él, decidió la manera de exterminar a ellos y a los que les rodean y por eso actualmente utilizó tu parte oscura para cumplir con esos propósitos – continuó Eriol n- por ello, es importante que tú misma, junto con tu primo puedan derrotarlo lo más pronto posible e impedir que esa tecnología alienígena acabe con todo lo que has querido -.

–       Impediré que Braniac cometa más delitos – dijo decidida Linda.

–       Entonces, empecemos – dijo Eriol, quien con Kaho prepararon todo para que Linda se acostara y entrara en su sueño.

En el sueño, Linda entró en el edificio de The Daily Planet, subió al ascensor, llegó al piso donde estaban los escritorios de los periodistas y reporteros, ahí buscó el escritorio donde trabaja Clark y al encontrar, prendió el computador para acceder a internet; al entrar en el navegador, se sorprendió en ver el rostro de Kimihiro.

“Kimihiro… ¿estás metido en la conexión?” preguntó Linda.

“Si Kara, no te preocupes. Eriol me pidió que te ayude en tus sueños” respondió Kimihiro.

“Necesito encontrar a mi primo para alertar sobre el peligro que corre, ya que Braniac lo está buscando para eliminarlo” dijo preocupada Linda.

“Tranquila, por ahora podrás buscarlo en la Fortaleza de La Soledad, seguramente él estará por allá” dijo Kimihiro, quien agregó: “Presione la tecla ENTER y ESC a la vez de este computador, para llegar a la Fortaleza”.

Linda presionó las dos teclas a la vez y al instante se transportó hacia la Fortaleza. Al estar en el lugar, fue hacia el panel de cristales y encontró a Superman, de espaldas, con un comportamiento raro.

“Kal-El, soy yo, quiero hablar contigo para prevenirte de una amenaza” avisó Linda, pero su primo no dio vuelta ni quiso responder, ella insistió: “Por favor, necesito que me escuches, porque en cualquier momento Braniac te puede aniquilar…”.

Superman se volteó y con un raro semblante en su rostro: ojos oscuros, tez blanca e hipnótico, como si perdiera de conocimiento; se puso en frente de su prima y preguntó: “¿A qué amenaza te refieres? ¿No sabes que Braniac es nuestro aliado?

Linda quedó perpleja y asustada ante la respuesta de su primo, “Braniac es nuestra amenaza, sabes bien que él acabó con mis padres y con Ethan, ¿lo recuerdas?”, insistió.

“Te equivocas, acepté ser aliado de él, tú también deberías aceptar” negó Superman.

“¡KARA!” gritó Kimihiro, “despierte de tu sueño, ¡Es una trampa!”.

Linda se despertó asustada, alarmando a Eriol y a Nakuru.

–       No puede ser… – dijo Linda respirando agitadamente.

–       ¿Qué pasó? – preguntó Nakuru.

–       Es mi primo… – respondió asustada Linda – Necesito ir a la Fortaleza -.

–       No puedes hacerlo Kara – advirtió Eriol.

–       Necesito estar allá, porque mi primo está controlado por Braniac – dijo Linda.

–       Pero eso no puede ser posible – dijo sorprendida Nakuru.

–       Debes tranquilizarte, no podemos solucionar de una vez… – trató Eriol de convencerla.

Sin embargo, cuando Linda vio que Spinel Sun  estaba en su forma original, salió corriendo, Eriol la persiguió, pero Linda se montó en el lomo de Spinel.

–       Por favor, llévame a la Fortaleza – pidió Linda.

–       ¿Ahora? – preguntó extrañado Spinel.

–       Si, ¡Ahora! – insistió Linda.

Cuando llegó corriendo Eriol, vio que Spinel voló, llevando a Linda en sus lomos,, en rumbo hacia el Ártico.

–       ¿Por qué no impediste con tu magia Eriol? – preguntó Nakuru, quien llegó también corriendo.

–       No quería lastimarla… – respondió Eriol – Linda no es como Sakura, seguramente tendrá otra solución, aunque sea arriesgada, así es ella -.

Spinel y Linda viajaron hacia el Ártico y en algunas horas llegaron hacia la Fortaleza de La Soledad, allá entraron, viendo que todo estaba oscuro, no era la misma que Linda conocía cuando era Supergirl.

–       ¿Qué sucedió acá? – preguntó Spinel.

–       Lo suponía, tengo que hacer algo para rescatar a mi primo – dijo seria Linda.

–       Pero no tienes poderes, ¿cómo lo vas hacer? – interrogó dudoso Spinel.

–       Haré lo que sea para solucionar – dijo decidida Linda.

–       Entonces te acompañaré – dijo Spinel.

Linda caminó lentamente, miró a un lugar oscuro, tenebroso y frío, luego encontró el panel de cristal, trató de hacerlo funcionar pero no servía, luego miró acostado boca arriba a su primo y corrió para sacarlo, pero sufrió un ataque de energía oscura que rodeaba a Superman, Spinel la socorrió.

–       ¿Estás bien? – preguntó Spinel.

–       Si… estoy bien – respondió Linda, quien se levantó – Debemos que sacar a Kal-El de acá… -.

–       No es necesario… – las palabras fueron escuchadas como un viento frío de alguien – Si pretendes recuperar a tu primo, ¿por qué no te enamoras de mí? -.

–       ¿Quién eres? – preguntó Spinel, poniendo de frente para proteger a Linda.

–       Soy Braniac, todo lo que hice ahora en este lugar es para que me aceptaras como mi pareja, ya que tú Kara serás mía, por siempre… – respondió sonriente el alienígena, quien se reveló en aspecto similar al de un humano, vestido de negro.

–       Nunca seré suya – respondió enojada Linda – quiero que me devuelvas a Kal-El -.

–       No lo haré… – negó Braniac – si no me aceptas, no podrás derrotarme, porque yo soy el dueño de tu vida… -.

Spinel se lanzó para emitir de su hocico un haz de luz roja para atacar de frente al alienígena, éste lo esquivó usando un campo de energía, que como un espejo devolvió el ataque a la criatura, golpeándolo contra el piso. Linda corrió para atacar y golpear a Braniac, pero éste cogió la muñeca de la mano de ella y la apretó fuertemente causando gemidos de dolor a la joven, luego la lanzó fácilmente contra una de las paredes de la Fortaleza para que cayera al suelo.

–       ¡Déjala en paz! – advirtió Spinel desafiante.

–       ¿No me digas? – bromeó Braniac.

Spinel aleteó sus alas para lanzar cristales puntiagudos hacia Braniac, pero éste lo contrarrestó, dando un fuerte soplo causando un fuerte remolino, que devolvió los cristales y lo golpeó contra la pared, por encima de Linda.

Superman se levantó, y cegado por Braniac caminó hacia los golpeados, recogió el cuerpo de Spinel ante la mirada atónita de una Linda golpeada y adolorida.

–       Kal-El… por favor… no lo hagas… – pidió Linda.

–       Él no te escuchará – negó Braniac – acepta Kara, que tu destino será estar con tu primo a mi lado -.

–       ¡Nunca! ¡Nunca seré tuya, bastardo! – respondió furiosa Linda, quien trató de detener a su primo.

El kriptoniano la apartó, cogió a Spinel hacia el panel, cogió uno de los grandes cristales e incrustó en el panel, abriendo un portal para lanzar a la criatura hacia allá, sin embargo, alguien desde ese portal lanzó una gran energía hacia los ojos de Superman, quien cayó de rodillas, Braniac decidió atacar hacia el personaje que estaba en el portal para aniquilarlo éste trató de evitarlo, pero el ataque de Braniac era tan fuerte que debilitó al personaje.

–       ¡No lo hagas Kimihiro! – gritó Linda, quien se lanzó hacia el portal para ayudarlo, Braniac sonrió.

–       Lástima Kara… decidiste morir al lado de ese joven brujo – al decir, Braniac impulsó su energía para golpearlos a ambos y enviarlos dentro del portal.

–       ¡Kara, coge de mi mano! – gritó Kimihiro – ¡Te llevaré a mi dimensión! -.

–       ¡No puedo…! – gritó Linda, quien no pudo coger su mano con Kimihiro.

El remolino del portal los separó a ambos, Kimihiro no pudo salvarla.

–       ¡KARA, NO! – gritó desesperado Kimihiro, quien triste se salvó al regresar a su dimensión.

Un escalofrío llegó a Eriol, quien cansado se sentó en el sillón como si cayera desmayado.

–       ¿Qué te ocurre Eriol? – preguntó Kaho, quien había llegado preocupada a la casa.

–       Ocurrió lo impensado… – respondió agitado Eriol.

–       ¿Es Linda y Spinel? – preguntó Nakuru.

–       Definitivamente… Linda decidió solucionar por su propia cuenta y no lo logró… ahora ella no está en este mundo – contestó Eriol.

Pero Linda levantó sus ojos, estaba bastante confundida, ya que estaba bajo la sombra de un árbol, se levantó y lo primero que se sorprendió era que se puso un traje de una estudiante de preparatoria en forma de marinero, luego vio a un grupo de jóvenes estudiantes japoneses y fue hacia ellos.

–       Disculpen, quiero saber ¿en dónde estoy? – preguntó Linda.

–       ¿Cómo vas a preguntar eso Kara? – dijo extrañado uno de los jóvenes estudiantes – ¿No te das cuenta que estamos en la Escuela del Norte? -.

–       ¿Por qué me dices por mi verdadero nombre? ¿Cómo es que lo sabes? – preguntó asustada Linda.

–       Porque siempre has querido que le llamemos por su nombre y no por su apellido, ya que eres la única estudiante de intercambio del exterior en nuestra escuela – respondió extrañado otro de los jóvenes estudiantes.

–       ¿Qué país es éste? ¿Cuál es mi apellido? – cuestionó Linda, dejando que los estudiante se rieran.

–       Estás en Japón, tu nombre es Kara Kent y estás estudiando en segundo de preparatoria, ¿algo más que quieres que te recuperemos tu memoria? – respondió una de las estudiantes del grupo.

Escrito el lunes, 3 de diciembre de 2012.

Publicado para el Sitio Bagatela, Fanfiction y Wattpad el domingo, 26 de mayo de 2013.

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