POR UNA COLOMBIA INCLUYENTE Y EN PAZ
De acuerdo con la Unidad de Víctimas (a junio de 2016) se registraron las siguientes cifras: un total de 8.040.748 víctimas del conflicto armado (para hacernos una idea este número representa el total de la población que vive en Bogotá) y aproximadamente 6.700.000 millones de personas son desplazadas por la violencia.
Entre tanto, 220.000 han sido asesinadas, 74.000 sufrieron ataques de la población, 45.000 han desaparecido, 30.000 fueron secuestradas, 13.000 toleraron violencia sexual, 11.000 fueron víctimas de Minas Antipersona. Adicionalmente, 10.000 fueron torturadas, 9.000 tuvieron que realizar un despojo o abandono forzado de tierras, 7.000 fueron reclutadas forzadamente, 2.500 recibieron ejecuciones extrajudiciales y en el país se han dado 2.000 masacres en total.
“Las mujeres son quienes durante años han estado sujetas a amenazas, detenciones, secuestros, discriminación, asesinato y a todo tipo de hecho violento, a causa de solamente ser mujer, participar en la política o reclamar sus derechos. Es por lo anterior que nosotras apoyamos los Acuerdos de Paz, ya que estos traerán beneficios para las mujeres, como por ejemplo, a nivel rural se contribuirá a erradicar la pobreza, promover la igualdad y la autonomía económica, igualmente se contribuirá a la ampliación y profundización de la democracia y se reconocerá a las mujeres como sujetos políticos quienes podrán ser beneficiarias de las curules especiales para la paz que tendrá la Cámara de Representantes, entre otros, con el fin de poder satisfacer integralmente los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y garantías de no repetición”. Afirmó Ángela Cerón, Directora de la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz IMP.
Patty, una de las tantas mujeres en situación de prostitución en la Localidad de Santafé, afirma “Yo soy víctima del conflicto armado de nuestro país, fui una excelente artesana y me ganaba la vida distribuyendo mis productos a nivel nacional. A raíz de la violencia que vive Colombia fui desplazada y hoy me encuentro ejerciendo la prostitución, porque cuando llegue a Bogotá no conseguí trabajo. Primero porque no tenía experiencia laboral y, segundo, mi experiencia se basaba principalmente en la realización de artesanías. Al conocer este mundo lleno de desigualdad y maltratos tome la decisión de convertirme en lidereza con el fin de poder expresar todas las injusticias que tenemos que vivir nosotras por ejercer una profesión que no está “bien vista”, aunque no ha sido nada fácil porque estoy amenazada y ninguna entidad me cree. Inclusive, la semana pasada fui abordada por un hombre de la localidad Santafe y que sé, hace parte de grupos al margen de la ley. Ellos me dijeron que no me querían en el barrio y que sabían muy bien lo qué me podía pasar.
A raíz del desplazamiento mi vida no ha sido fácil, he tenido que vivir muchas decepciones como que mi hija me juzgue y me diga que por qué no consigo un trabajo. Pero sin tener una experiencia y con la edad que tengo ya no me dan la oportunidad en ninguna parte y, como alguna vez le decía a una psicóloga, yo estoy condenada a tres cosas: ser esclava, ser prostituta y a ser una delincuente, porque por culpa de la necesidad llegue a “tomasiar” a los clientes para conseguir un poco más de dinero. Actualmente, me encuentro en situación de calle junto con mi hija, existen días que puedo pagar una pieza, pero en otras ocasiones hemos tenido que dormir en la calle. Tanto ha sido el desespero que mi hija ha pensado en ejercer el oficio. Yo no la he dejado porque quiero que ella si tenga las oportunidades que yo no tuve, por eso la tengo estudiando en el SENA pero a veces no va, porque si tengo plata para el transporte no tengo para la comida y ahí es cuando tengo que mirar prioridades.
Igualmente, he tenido que afrontar la pérdida de dos compañeras, una de ellas fue asesinada la semana pasada. Lo que más me afecta es que ella tenía cinco hijos y se vino a Bogotá por culpa de la violencia del país. Actualmente, el 25 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución son desplazadas y aunque existe la sentencia 0537 de la ley 1448, que dice que existe una priorización para las mujeres cabeza de hogar, realmente nosotras no hemos recibido absolutamente nada del Estado. Muchas hemos tratado de buscar la forma de tener otras opciones para dejar de ejercer el oficio. En alguna ocasión tomamos cursos con el SENA, pero cuando se enteraron que éramos prostitutas no nos querían dejar graduar y nos tocó hacer un derecho de petición para que no vulneraran nuestros derechos. De todos modos, ya tu estas marcada. Es muy difícil que te den trabajo si saben cuál es tu oficio.
Durante la alcaldía de Petro, tuvimos la oportunidad de acceder a unidades productivas que consisten en capacitar a las mujeres en diferentes oficios como la modistería, peluquería, entre otros. Ellos nos vendían los utensilios de trabajo a muy bajo costo y nos colaboraban con el pago del local, pero con la nueva alcaldía los costos subieron y muchos de los negocios no han podido abrir, ya que no les ha entregado las provisiones o no tienen como pagar el local. Algunas entidades por robarse el dinero prefieren decir que a nosotras nos gusta estar acá y que no queremos salir de ahí, pero es mentira, muchas de nosotras queremos buscar una mejor opción de vida, por nuestras familias.”
Entre tanto, Cerón Directora IMP, expresa, “Sabemos que la situación de muchas de las mujeres desplazadas por la violencia es complicada pero qué tenemos para perder y apostar por la Paz, ya que esto nos permitirá a nosotras tener un mejor futuro y vivir en un país incluyente, democrático e igualitario.”
Manuel Andrés Nieto
Director de Marketing Digital e Identidad Corporativa
313 462 05 54
Cynthia Sánchez
Directora de Relaciones Públicas, Eventos & Free Press
Medio Limón Comunicaciones Creativas
313 377 87 64