Desde El Espectador publican el siguiente artículo:
Las barreras que persisten entre el Gobierno y el sector cultural
Veinte días después de que el presidente Iván Duque decretara la cuarentena en Colombia, los estragos de la pausa se comenzaron a reflejar en los bolsillos, la salud y la estabilidad de los artistas colombianos. La primera medida que anunció el Gobierno para paliar la crisis fue el Decreto 475 del 22 de marzo, con el que, según el documento, se destinaron más de $120.000 millones para beneficiar a más de 3.000 creadores y gestores culturales de la tercera edad, se aceleró la entrega de los Beneficios Económicos Periódicos (BEP) para el adulto mayor, y se determinó la destinación transitoria de los recursos de la contribución parafiscal de espectáculos públicos de artes escénicas, entre otras medidas que el sector consideró insuficientes. El problema desde ese momento hasta ahora sigue siendo la precariedad en la que viven las personas ubicadas en el eslabón más débil: artistas callejeros, circenses, actores, cantantes, pintores, y escritores, entre muchos otros, que antes de la pandemia trabajaban informalmente o vivían del “rebusque” diario.
Según varios integrantes del sector, las respuestas del Gobierno, sobre todo las que tienen que ver con pedidos a dineros concretos para solventar las necesidades básicas de los más frágiles, se contestan mencionando, por ejemplo, los plazos para actividades realizadas con recursos del Programa Nacional de Concertación Cultural o las ayudas económicas para gestores culturales mediante el programa “Ingreso solidario”; es decir, casi nunca hay una respuesta concreta a la pregunta o el pedido más urgente: dinero para comer, pagar el techo y la salud. Dinero para lo básico. Sin embargo, Carmen Inés Vásquez, la entonces ministra de Cultura, respondió en repetidas ocasiones que la cartera quisiera entregar más soluciones, pero sus recursos son limitados.
El 24 mayo de 2020, este diario publicó un balance de los primeros tres meses de cuarentena y sus efectos en el sector. En marzo, el grupo de actividades culturales ya presentaba una caída del -11,6%. Según las cifras de Raddar Consumer Knowledge Group, empresa enfocada en analizar y comprender el comportamiento del consumidor, y el Viceministerio de la Creatividad y la Economía Naranja, el año pasado la cultura pesaba el 3 % y en mayo cayó al 1%. “De $100 que un colombiano gasta al mes, en abril usó un $1,1 para gastos en cultura. Un tercio de lo que gastaba hace un año”, dijo Camilo Herrera, economista y fundador de Raddar. Por fortuna, y después de la relajación de las medidas de bioseguridad impuestas hasta aproximadamente septiembre, algunos recintos ya abrieron y las actividades que se han reactivado le han dado un respiro a una fracción de este conjunto de personas y actividades.
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