TOMOE
Por: Juan Carlos Quenguan Acosta
CAPÍTULO TERCERO: INCIDENTE EN CICLOVÍA.

SaturnGirl por JCQA, dibujo calcado del personaje Hotaru Tomoe/Sailor Saturn de la franquicia Sailor Moon de Naoko Takeuchi.
Tras llegar a casa, los familiares bajaron del taxi, cogieron sus equipajes, Souichi abrió la puerta y cada pariente ingresó en ella. Llegó el atardecer y Hotaru regresaba a casa, buscando lo que habría de sorpresa.
En la sala, las dos chicas se levantaron del sofá donde estaban sentadas, para abrazar alegres ante su prima, quien mostraba su regocijo ante grato acontecimiento.
Lo que a Haruna y a Hayate no sabían era que, al ser abrazadas por su prima, sintieron algo raro, en el cual, un misterioso y caluroso poder entraba en sus cuerpos.
—Qué bueno verte Hotaru, hacía mucho tiempo que no habíamos hablado personalmente— dijo feliz Haruna.
—Más si estamos en contacto por las redes sociales— manifestó sonriente Hayate.
—Sabía que vendrían, pero no así de sorpresa— comentó contenta Hotaru.
—Pues nos sirvió la sorpresa…— habló Hayate.
—En serio, más que primas, son mis mejores amigas de infancia— dijo Hotaru, quien preguntó —Ahora, ¿vinieron con mi tío Inukai?
—Claro, está en la cocina con mi tío Souichi— respondió Haruna.
—¡Qué bien! Entonces los saludaré y después charlamos, ahora vengo— reaccionó contenta Hotaru.
Las primas sonrieron y Hotaru fue a cambiar de ropa en su cuarto.
En la cocina, Souichi preparaba la comida, mientras Inukai revisaba documentos digitales por su computador portátil.
—Después de todo lo sucedido, ¿apoyarás a Hotaru con su destino? — Cuestionó Inukai.
—Por supuesto, apoyaré a mi hija, aunque no soy bueno en prepararla— respondió Souichi, agregando —ella misma aprenderá a defender y creo que se pueda preparar a conciencia.
—Entiendo…Lo que me preocupa es que podrán venir los Alzados Azules y por más preparación que hagan, ella no podrá defenderse por sí sola…— comentó Inukai.
—Lo sé hermano, pero confío en mi hija, estoy seguro que, a pesar de ser joven, confío en sus poderes y habilidades que descubra y con ello podrá defenderse y proteger a todos nosotros— expuso Souichi.
Mientras los hermanos conversaban, Hotaru llegó a la cocina y tras escuchar la conversación, saludó.
—Hola papá— la hermosa joven japonesa abrazó a Souichi y le dio un beso en la mejilla derecha.
—Hola Hotaru, qué bueno que llegaste— saludó sonriente el padre.
—Me alegra mucho que reencontré con mis primas— dijo sonriente Hotaru.
—Entonces, ¿recuerdas a tu tío Inukai? — al preguntar su padre, Hotaru volteó y reconoció a su tío, quien le sonrió.
—¡Claro que lo recuerdo! — exclamó alegre Hotaru, quien abrazó a su tío —Hola tío.
—Mi querida Hotaru, qué alegría verte de nuevo, has crecido bastante— saludó sonriente Inukai.
—Gracias tío, supongo que vinieron de visita— comentó Hotaru.
—Para nada, porque tus primas y yo estaremos todo un año en Bacatá, de mi parte ayudando a tu padre en asuntos universitarios, y rus primas en estudiar— las palabras de Inukai dejó contenta a su sobrina.
—Qué bien, entonces charlaré con mis primas, ahora vengo a comer— dicho ello, Hotaru salió de la cocina hacia la sala.
—Pensé que dirías a Hotaru sobre su identidad secreta— comentó Souichi.
—Por ahora, es mejor no decir— indicó Inukai.
La familia Tomoe pasó toda la tarde compartiendo, conociendo y hablando sobre las experiencias que cada una y cada uno han realizado en sus estudios, en sus trabajos y hasta en sus pasatiempos.
Al caer la noche, Souichi y Hotaru prepararon en un cuarto vacío las camas en forma de fotones para que sus parientes pasaran la noche.
Llegaba el fin de semana y la mayoría de los habitantes de Bacatá se preparaban para realizar sus actividades deportivas y recreativas en un evento dominguero, denominado ciclovía.
En la casa de la familia Tomoe, Hotaru pidió alegre a sus primas Haruna y Hayate a la ciclovía, para pasar un rato divertido. Sus primas aceptaron y el grupo salió, vestida cada una de su respectiva sudadera, para trotar en una de las avenidas del norte de la ciudad.
Lo que ellas no sabían era que el misterioso personaje las seguía de manera disimulada, para saber de las actividades que ellas hacían.
Cuando las chicas tomaron refrigerio en uno de los puestos de comida, el sospechoso analizaba por sí solo, para identificar a cada una.
—Cada una tiene diferentes niveles de poder, pero no es preciso si una de ellas tiene los poderes de la princesa reencarnada— informó el personaje.
“Procede en la provocación, cuando una de ellas revela su verdadera identidad, neutralícela.”
Algunos minutos después, la tranquilidad de la avenida se vio perturbada por una explosión cerca de uno de los lugares donde realizaban la actividad de la zumba, causando pánico en los presentes, quienes salieron en estampida por todos lados para salvarse, alertando a los demás que estaban trotando, patinando o montando en bicicletas.
De inmediato, la policía realizaba la evacuación del lugar, sin embargo, estalló en otro punto de la avenida, dejando caer al piso a varias de las personas evacuadas, entre ellas a las tres confundidas primas.
Ante la confusión y pánico del atentado, Hotaru no podía hacer nada, ya que no podía identificar al sospechoso que provocaba, mientras sus primas se levantaban temerosas de lo acontecido, contemplaban con horror que un misterioso personaje, de aspecto de un personaje gordo, que traía una vestimenta de colores amarillo en camiseta y negro en el pantalón, caminaba hacia ellas, extendiendo su mano para disparar.
—¿Quién es usted? — preguntó Hotaru.
—Alguien quien busca a la reencarnación de la princesa, para llevarla a los Alzados Azules— contestó el tipo, con tono frío en su voz.
—Yo no conozco a esa chica que menciona— mintió Hotaru, pensando la manera para salvar a sus primas.
—Sé que una de ustedes es esa chica— instó el personaje.
En ese momento, la policía llegaba al lugar y sacando sus revólveres, apuntaron alrededor del perturbador.
—¡No se mueva!¡Queda detenido por alterar el orden público! — Ordenó un teniente de la policía metropolitana, usando un megáfono.
El personaje evadió la orden del oficial de policía, voleando su mano para apuntar su mano derecha hacia el cuerpo de policía.
—¡Le ordeno que no se mueva! — Insistió gritando el teniente.
En ese instante, un sargento de la policía metropolitana corrió hacia las chicas, para trata de sacarlas.
—Vengan conmigo— dijo el oficial.
Pero cuando las chicas corrieron con pánico junto al sargento, el personaje acumuló energía para cargarla con su mano derecha, para que en pocos segundos disparaba una luz roja hacia los policías, tirándolos al piso y dejándolos diferentes heridas, entre leves y graves.
Las chicas y el sargento buscaron un lugar seguro en la zona de arbustos y pastizales, después de dejarlas, el oficial de policía decidió, sacando su revólver para disparar hacia el sospechoso, a quien no le afectaba las balas.
—Chicas, tengo una idea: cada una coja una calle diferente y busque la forma para esconder, con tal de que ese señor no nos encuentra— avisó Hotaru, y agregó —después las llamaré por celular para que nos podamos encontrar, así sea una hora después.
Haruna y Hayate dudaron inicialmente, pero aceptaron la idea de su prima. En seguida, cada una corrió por diferentes calles al sur del Parque Nororiental, para poder esconderse.
Por su parte, Hotaru corrió hacia la esquena de una de las calles, pero volvió a entrar al gran parque natural, como no había personas, corrió hacia uno de los árboles para esconder y cambiar de vestimenta.
Los violentos ataques realizadas por el frío tipo dejó atontados al cuerpo de policía, quienes lo único que hacían eran pedir refuerzos y camilla por radioteléfono.
El personaje se elevó hacia un cielo de varias nubes y emprendió la búsqueda de las chicas que huyeron.
—¡Si quiere buscar a la chica, aquí estoy! — era la voz de Saturn Girl, quien hizo parar al personaje y volteó, para verla flotando por encima de los arbustos.
—Veo que se reveló en presencia— dijo aquel personaje.
—¿Quién es usted?
—Soy el androide número veinte, vine para llevarte a los Alzados Azules.
—¿Con qué motivo?
—Con el motivo en que los poderes y las habilidades que usted tiene sean usados por nuestro comandante, el Barón Blue, para imponer por la fuerza a todo que se atreva en desafiarlo.
—Si quiere que yo me deje para llevarme a ese grupo de delincuentes, ¡está equivocado!
—Entonces, no me deja más opción que anular sus poderes.
Dicho ello, el androide se lanzó de frente para atacar hacia Saturn Girl, quien esquiva los primeros golpes, pero, como los ataques fueron más frecuentes y rápidos, relajó su defensa y recibió varios golpes.
“No puedo contener esos ataques, son bastante rápidos y duros…” Pensó la hermosa chica, quien no podía reaccionar.
Haruna y Hayate contemplaron la pelea, en ese instante, algo incentivaba en sus corazones de manera inconsciente, para que extendieran sus manos y expulsar sus energías.
Quebrantada, Hotaru no podía responder y decidió resignar.
—Eres incapaz de usar sus poderes, princesa— al decirlo, el androide extendió su mano derecha para apuntar hacia la chica.
En ese mismo momento, algo protegió alrededor de Saturn Girl, quien levantó sus hermosos ojos azules cielo y sentir con su cuerpo un aura de energía en forma de burbuja de fuerza.
—¿Qué es este cálido poder? Es reconfortante… Me hace recordar a algo similar que viví antes, hace mucho tiempo…— Murmuró Hotaru.
“Es la energía de protección que despertaste a tus guardianas del Reino de Saturno…” Respondió una voz conocida dentro del corazón de Hotaru.
El androide abrió sus ojos al presenciar ante el campo de energía que cubría a la chica.
“Ahora, absorbe esa energía que dieron tus guardianas…”
Hotaru cerró sus ojos y concentró en absorber el campo de fuerza, mientras el androide se lanzaba para atacarla una vez más. Sin resultado alguno, esa misma energía repelaba todos los ataques.
Tras reponerse del rechazo, el androide no tenía más opción.
—El incremento de los poderes va más de trescientos por ciento, los cálculos son erróneos, no podré contener un ataque con ese gran poder.
Después de concentrar la energía, Saturn Girl abrió sus hermosos ojos, unió sus manos al frente y las unió en forma de puño, para disponer en disparar frente al androide. En instantes, la joven disparó un haz de luz blanca para pulverizar con todo su poder al androide, generando una gran explosión en los cielos de Bacatá.
La gente que contemplaba el violento combate se anonadaron, más aún, estaban confundidos, lo único que sintieron era esa rara tranquilidad en mirar hacia aquella poderosa chica.
Los policías, tras ver lo sucedido, quisieron llamar la atención a la chica, quien estaba flotando en el aire.
—¡Señorita! ¡Queremos hablar con usted! — Avisó el teniente de la policía.
—¿Sobre el incidente? — Preguntó Saturn Girl.
—¡Así es! — Respondió el teniente, quien pidió —¡Por favor, baja!
Saturn Girl bajó lentamente y pisó frente a todo el cuerpo de policía que estaba en el lugar.
—Necesitamos que nos acompañe, porque queremos corroborar sobre nuestras sospechas acerca de su presencia— avisó el teniente.
—Lo haré oficial… Arboleda— respondió amable la chica, mirando las insignias y el apellido que portaba en la parte superior de la izquierda de la chaqueta verde fosforescente del teniente.
Al momento que la chica iba a ser conducida a uno de los automóviles de la policía, algunos periodistas corrieron para realizar sus preguntas características, pero los policías los apartan, después de que el automóvil emprendió su recorrido hacia la estación de policía más cercano.
Las primas de Hotaru salieron de los lugares de escondite y tras encontrarse, se vieron preocupadas por todo lo sucedido.
—¿Sentiste algo raro cuando la extraña chica peleó contra ese provocador? — preguntó Haruna.
—Sí… Lo que no recuerdo es lo que pasó después— respondió Hayate.
—Es como si mi mente quedara en blanco, como si algo me impulsara en algo…— Comentó Haruna.
—Lo que me preocupa más es que no encuentro a Hotaru— dijo Hayate.
—Yo tampoco, voy a llamar a su móvil— al decirlo, Haruna sacó su smartphone para llamar al número celular de Hotaru, pero la llamada en espera la pasó directamente a buzón de voz, llamó de nuevo, pero no hubo llamada de espera —No, Hotaru no contesta.
—Nos toca buscarla— avisó Hayate.
Pero algo interrumpió y detuvo a las dos primas.
“No te preocupes, ella está bien, pronto sabrás dónde está…”
Publicado para el medio alternativo Sitio Bagatela el 30 de diciembre de 2021.