TOMOE
Por: Juan Carlos Quenguan Acosta
CAPÍTULO SÉPTIMO: INTRIGAS NOCTURNAS.

Hotaru Tomoe por JCQA, dibujo calcado del personaje Hotaru Tomoe/Sailor Saturn de la franquicia Sailor Moon de Naoko Takeuchi.
Caía el atardecer.
La casa, destrozada.
Juan se acercó a la familia Tomoe para hablar con Souichi, ya que ocurrió una idea para que toda la familia pudiera estar en la casa de los Vásquez por algunas semanas, mientras los hermanos científicos hablaban por vía celular a sus amigos de la comunidad universitaria de diferentes entidades educativas de educación superior, para buscar un arquitecto o un maestro de obra para la reconstrucción de la casa.
En el momento que Hotaru, Haruna y Hayate cambiaron de trajes, fueron descubiertas por la sorpresiva Fuu, quien se puso al frente de ellas.
—Sabía que eran las chicas que pelearon contra los androides— dijo Fuu a sus primas.
Las primas no sabían qué responder ante el rostro atónito de Fuu, quien abrió su boca, sin decir nada.
Hotaru se acercó hacia su prima, mirando fijamente a sus ojos esmeralda con sus ojos azules cielo.
—Hola prima, supongo que viniste hasta acá para averiguar la verdad sobre nosotras, ¿cierto?
Fuu asintió con su cabeza.
—No sé qué decir con toda esta situación…
—Entonces no tengas miedo…— dijo Hotaru, preguntando —¿Quieres revelar nuestra verdad ante tus compañeros de preparatoria?
—No… Porque no sé si yo fuera la otra guardiana…— Contestó sincera Fuu.
—Lo sabrás cuando alguien aparece en tus años— indicó Hayate.
—En verdad… El último sueño que tuve era con un reino, con una princesa que se parece mucho a ti Hotaru y un grupo de guardianas quienes la custodiaban— contó Fuu.
—¿Esas guardianas te hablaron en tus sueños? — Indagó Haruna.
—No me acuerdo, pero recuerdo que eran cuatro guardianas en forma de siluetas— respondió confundida Fuu.
—Tranquila…— pidió Hotaru, tocando su mano derecha sobre el hombro izquierdo de su prima, agregando —Por ahora, buscaremos con nuestros tíos un lugar para poder descansar.
Las chicas asintieron y caminaron a donde Souichi e Inukai, quienes hablaron con Juan y con el general Gaitán.
La oferta de alojamiento temporal que dio Juan no fue aceptada por Souichi y por Inukai, quienes prefirieron hospedar con toda la familia en un hotel, cerca del Centro Histórico, eso dejó un poco desilusionada a Hotaru.
El joven colombiano se acercó a la chica japonesa para poder despedir.
—Entonces, tienes que ir con tus primas a Europa— dijo Juan.
—Sí, para encontrar a mi prima Lázuli y a mi tío Maki y rescatarlos de los Alzados Azules— comentó Hotaru.
—¿Estás segura que con lo que tienes, podrás derrotarlos?
Hotaru tocó sus suaves manos con las de Juan, mostrando confianza y fortaleza.
—Completamente segura en que todo saldrá bien, vendrá más momentos difíciles para todos, pero regresaré para seguir compartiendo contigo… Porque te amo…Y nunca te fallaré…
—Entonces, hagas lo que tienes que hacer… Me gustaría darte un besito más, pero no ahora, en frente de tu familia.
Por la noche, mientras Juan regresaba a su casa, la familia Tomoe se alojó en uno de los hoteles, donde en una de las habitaciones se reunieron para definir el plan para ir a la ciudad alemana de Fráncfort y buscar en contacto enlace a los Alzados Azules.
—Bien, me dijo el general que las podrá ayudar en conseguir boletos de ida y vuelta de Colombia a Alemania, ya tenemos los pasaportes y esperamos que preparen sus equipajes. El general no podrá acompañarlas, por más que esté deseoso, entonces todo está listo— dijo Souichi.
—No queremos tener mucho en los equipajes, por lo tanto, nuestro viaje será de pocos días— advirtió Hotaru.
—Lo que sí es importante es que los estudiantes de preparatoria y de universidad no se enteren de lo que harán— sugirió Inukai a Fuu.
—No te preocupes tío, desviaré la investigación que hago para ellos, además, no quiero defraudar a toda mi familia— respondió sincera Fuu.
—Prepararé algo para que coman, Hotaru, necesito que me acompañes, por favor— pidió Souichi.
Hotaru aceptó, se levantó de una de las camas y acompañó a su padre hacia una pequeña cocina para ayudar. En la cocina, Souichi decidió hablar con su hija.
—Estuve hablando con Juan Vásquez, me pareció buen muchacho para que sea amigo tuyo… Nos ofreció su casa para quedarnos en todo momento, pero negué su ofrecimiento, porque sé que tienen el plan y le agradecí su humildad.
—En verdad… Juan me ayudó en fortalecer mis poderes, porque él sí sabía que yo era Saturn Girl, dando un beso en mis labios, porque estoy segura que estaba enamorado de mí…— confesó Hotaru.
—Ay hija … Qué bueno que nuestro secreto esté guardado en manos de ese joven.
—Entonces, ¿no estás enojado? — Preguntó Hotaru, sintiendo un air de alivio ante la reacción serena de su padre.
—Por supuesto que no hija, eres una mujer educada, como princesa que eras en tu pasado, debes tomar tus propias decisiones, recuerdas que yo nunca condicioné tus límites, por eso, quiero que nunca dudes ni tener miedo hacia tus seres queridos, en el cual, yo te apoyaré en todo momento que digas o hagas.
Dicho ello, Souichi tomó su aire de tranquilidad y volvió su mirada a la estufa para seguir preparando.
—Cuando regreses con tus primas, llamaré a Juan y aceptaremos su ofrecimiento para vivir en su casa.
—Gracias papá— gratificó Hotaru, mostrando su característica sonrisa, después de tomar su propio respiro, además agregó — mañana iré con mis primas para tomar el primer vuelo y empezar con nuestro plan.
—Así será, hija.
Al siguiente día, a las horas de la madrugada, vestidas de trajes informales las cuatro primas se despidieron de sus tíos, cogieron sus maletines de viaje, cogieron uno de los taxis amarillos y fueron al aeropuerto internacional de Bacatá, para esperar el vuelo a Berlín, con escala en París.
Pasaron dos días de vuelo, para que las chicas llegaran a la capital de Alemania, cogieron uno de los rápidos trenes regionales y fueron hacia Fráncfort, directamente al apartamento residencial estudiantil, donde estaba habitando Fuu, para pasar todo el descanso después del viaje.
A la mañana siguiente, Fuu tuvo que regresar a la sede de la preparatoria para presentar los documentos de excusa ante la coordinación de la institución, justificando su ausencia en los cuatro días del vuelo.
Luego, la bella joven de cabello rubio rizado hasta sus hombros se reencontraba con sus compañeros de clase, para compartir sus investigaciones que realizó en Colombia, omitiendo la verdad sobre la relación de su familia con los últimos acontecimientos en Bacatá.
Llegaba el momento del receso, los compañeros de Fuu revisaban toda la información consultada y comentar sobre ello.
—Es una buena información— dijo Liz, quien cogió su computador portátil de color rojo carmesí, para prenderlo, acceder al procesador de texto y comenzar en redactar el documento de investigación grupal— yo creo que, con esto, podemos lograr la máxima calificación.
—Pero veo que las autoridades de esa ciudad tienen ciertas dudas e inconsistencias con ellas— comentó el joven afro, quien agregó —los medios colombianos exaltan a esas señoritas, como si fueran superhéroes, salidas de los cómics.
—Pero Black… — interrumpió su compañero —si los Alzados Azules son un grupo insurgente y mercenario que envían androides para acabar con ellas, anteriormente cometían atentados, asesinatos y secuestros en Colombia, Japón y los Estados Unidos.
—Además, aquí en toda Europa han cometido robos a diferentes establecimientos manejados por inmigrantes y se infiltraron en protestas pacíficas para destruir dichos establecimientos, eso pasó con el paro de los chalecos amarillos en Francia, que terminó en enfrentamientos contra la policía— añadió Liz.
—A propósito, Ferdinand, hablé con mis tíos y me dijeron que estaban en plan de reconstrucción de la casa, lástima que no alcancé en preguntar sobre sus conocimientos acerca de esos hechos— dijo Fuu.
—Creo que es suficiente información, ahora, empecemos en redactar nuestro documento de investigación, gracias Fuu— agradeció Ferdinand.
Un poco molesto, Black sacó su portátil y decidió escribir, esa actitud fue percibida por Fuu, quien serena y tranquila, analizaba ese portátil.
—Disculpe Black, ¿de qué marca es tu portátil?
—Es de una marca chica, que lo compré hace tres meses por internet, ¿deseas comprar uno?
—Claro, me interesa.
—Entonces, te puedo ayudar a conseguirla.
Llegaba la noche, varios estudiantes fueron a descansar en los apartamentos residenciales estudiantiles, mientras otros se fueron al sector comercial de la ciudad, donde querían olvidar de los estudios por un momento, con un paso y estadía en centros comerciales y bares. Uno de ellos era Black, quien fue a tomar cervezas artesanales alemanas en uno de los reconocidos bares.
Minutos después ingresó Fuu al bar, para encontrar a su compañero.
—Hola amiga, qué bueno que llegas— saludó sonriente Black.
—Hola Black, estaba terminando de preparar para la próxima evaluación, sobre ello ¿si estudió? — preguntó Fuu.
—Ah, sí… Claro…— el joven dudó, ya que tenía algo en mente.
—Y bien, ¿cómo puedo comprar mi propio computador portátil?
—Verás…— Black sacó su portátil, le mostró a su compañera la marca del computador, las especificaciones de dicho aparato y los beneficios del software que no tendrían otros portátiles.
Después de la explicación, Fuu sacó de su morral de color café verdoso su propio smartphone, lo prendió y luego ingresó a la aplicación del motor de búsqueda.
—Listo… Ya ingresé en mi móvil, ¿cuál es la dirección del sitio web de la tienda virtual de los portátiles? —al preguntar, Fuu mostró la aplicación a Black.
El joven afro escribió la dirección web de la tienda virtual y accedió en ella, para mostrarlo ante su compañera.
—Este es el catálogo de los portátiles, todos importados, son de excelente calidad— dijo Black.
Sin embargo, al mismo celular timbraba, era una llamada desde un número desconocido que se mostraba en primer plano.
—¿Puedes cuidar mi morral por un momento? Por favor— pidió Fuu.
—Claro… — respondió sonriente Black.
Mientras Fuu salía del establecimiento por pocos minutos para responder la llamada, Black pegó un pequeño círculo metálico adhesivo en el morral y esperó para que la hermosa chica regresara.
—Ya volví, es que una compañera del conservatorio musical me preguntó por unas partituras prestadas— comentó sonriente Fuu.
—Entonces, volvamos a la tienda virtual— dijo Black.
Ingresaron de nuevo al sitio web de la tienda virtual, Fuu escogió uno de los portátiles y al momento de comprar en línea, ingresó al portal web de una entidad bancaria, revisó el saldo de su cuenta bancaria y se dio cuenta que no le alcanzaba, tuvo una actitud de frustración.
—No puede ser… Creo que no tengo suficiente dinero para comprar mi propio portátil— mostró un poco disgustada Fuu, en seguida agregó —debo hablar de ello con mis tíos.
—No te preocupes compañera, me avisas cuando tengas dinero para comprar tu portátil— dijo Black.
Luego, ambos pidieron algo para tomar, hablaron sobre sus propias experiencias del estudio y la realización de los próximos exámenes académicos.
Treinta minutos después de una charla amena, Fuu y Black se despidieron, cogiendo cada uno su propio rumbo para regresar a los apartamentos residenciales.
La chica de cabello rubio corto y ondulado caminaba por las calles de la ciudad, en medio del característico alumbrado público de la ciudad, consecuencia de no tener dinero para ir en transporte público.
Las luces eléctricas del alumbrado reflejaban en el piso, no solo una sombra, sino dos sombras que acompañaban en disimulo a espaldas de Fuu, quien percatada de esas sombras agilizó sus pasos, pero las siluetas avanzaron más, hasta que detuvieron el tránsito personal de la joven en una de las esquinas.
Uno de los hombres de siluetas irreconocibles agarró la cintura de la confundida joven, mientras otro sujeto arrebató el morral de un solo zarpazo.
Fuu quería gritar, pero el hombre que agarró fuerte su cintura por atrás, rápidamente puso su áspera mano derecha a los suaves labios de la joven, para taparla.
—Sé que no tienes dinero para ir en un autobús, pero, como eres sobrina de Souichi Tomoe, no me queda más opción que eliminarte— era la voz de Black, quien caminó hacia los hombres, para luego mirar el enojo de la chica — ¿sabías que pertenezco a los Alzados Azules, encargado para reclutar jóvenes estudiantes en Europa para nuestra causa?
El joven afro dio una seña de su mano a uno de los militantes en destapar la boca de Fuu, quien, al tomar aire, sonrió.
—Sí, sabía que eres el contacto de ellos, más no sabía que eres una de las cabecillas…
—Por eso, quiero ofrecerte algo, porque me caes bien… ¿Qué te pareces si te unas a nosotros y encuentras la verdadera identidad de Saturn Girl, para que nos encarguemos de neutralizarla y llevar a nuestra base principal en Siberia?
—¿Al norte de Rusia?
—Así es… —Respondió Black, convencido en que la chica podía traicionar a su familia.
—Deberías decirme antes, porque sé quién es la chica a la que buscas… —respondió sonriente Fuu, añadiendo —por fortuna, sus guardianas están acá…
Dicho ello, los tres hombres oscuros recibieron ataques sorpresa de una lluvia de golpes, de los cuales no pudieron reaccionar, en especial de aquel que agarró a Fuu, de quien recibió un codazo en el abdomen del individuo, quien quería reaccionar, pero una ráfaga de viento frío lo tiró al piso.
—No puede ser— reaccionó enojado y confundido Black, luego preguntó a Fuu —¿acaso eres Saturn Girl?
—Claro que no… Ella es una de nuestras amigas, que, a diferencia de ustedes, no pretendemos reclutar gente— respondió Hayate, quien se mostró ante la luz con su traje de guardiana.
El joven militante, vestido de civil, quiso sacar su arma de su espalda, del marco de su pantalón jean azul oscuro, pero su brazo derecho era atrapado por una cadena mágica de color rosado.
—Si fuera tú, no lo haría ante las cámaras de seguridad de estas calles— advirtió Haruna, quien portaba su propio traje de guardiana.
—Ahora dinos, ¿en qué sitio queda exactamente la base de los Alzados Azules? — preguntó sería Fuu.
—Nunca me imaginé que la chica más inteligente y tierna de la clase resultaría una engañadora, me dejas sorprendido— manifestó Black, incómodo por las cadenas atadas.
—No soy buena engañando— comentaba Fuu, quien agregó —es mi primera vez que hago, con lo cual, quiero rescatar a mis parientes, a quienes ustedes los secuestraron.
—¿Te refieres a Maki y a Lázuli Tomoe, cierto? — Cuestionó Black.
—Así es— contestó Fuu.
—No te lo diré… — Negó sonriente Black, luego dijo —En los Alzados Azules hemos jurado no revelar nuestra base a nadie.
Descontenta, Fuu sacó de su blusa verde claro una cadena dorada, cuya joya de color verde esmeralda resplandecía frente a los ojos de Black, encegueciéndolos.
—No puedo ver… —manifestó desesperado el joven, tras perder su visión.
—Se me olvidaba decir que yo nunca fui una aliada, en verdad soy otra guardiana— confesó Fuu
Ante la vista de sus primas, el vestuario particular de Fuu se transformaba en un traje de armadura verde de seda, con falda dorada y esmeralda, llevaba consigo una capa blanca con bordes dorados y botas del mismo color hacia las rodillas.
Black, aún sin ver, no soportó la inmensa oscuridad que experimentaba, sintiendo su momento de horror y terror.
—No soporto esto… Les diré la ubicación de la base… —El joven afro reveló el lugar, de repente, se desmayó al suelo.
—¿Qué haremos con el joven? — Preguntó Haruna.
—Black está inconsciente, hice que revelara la verdad, creo que estará bien, pero se olvidará de que era miembro de loa Alzados Azules… Es mejor que lo llevemos al apartamento residencial para que duerma. Mientras a los hombres los llevaremos y los dejaremos en uno de los costados de la entrada de la estación de policía— respondió Fuu.
Haruna y Hayate aceptaron la idea de Fuu y dejaron a Black en una de las habitaciones de los apartamentos residenciales, mientras a los tres hombres los dejaron cerca de la estación de policía, todo de manera disimulada, sin que nadie se enterara.
Al regresar a la habitación de Fuu, las guardianas quisieron hablar entre sí, mientras Hotaru estaba dormida.
—Dinos prima, ¿quién te avisó en tus sueños? — Preguntó Hayate.
—Después de sentir una cálida luz que despertó Hotaru, cuando me rescató de la explosión en Bacatá, por la noche, tuve el sueño que una guardiana, de nombre Shamal, la guardiana del aire, me llamó cuando caminaba por un hermoso palacio que nunca lo vi en mi vida. Me dijo que yo era su reencarnación y me dio esta cadena dorada, que canaliza mi energía, además que es una de las bases de las armas que usamos en el Reino de Saturno— contó Fuu.
—¿Teníamos armas? —Cuestionó Haruna.
—Creo que sí… — dijo pensativa Hayate, añadiendo —Reinforce nunca me dijo sobre esas armas.
—Tampoco me dijo Signum, lo que estoy segura es que poco a poco, sabremos la verdad sobre nuestras vidas pasadas— comentó Haruna.
Después de la conversación, las tres se pusieron sus respectivos pijamas, para dormir en camas estilo fotón, dentro de la habitación.
Al día siguiente, las tres primas contaron a Hotaru todo lo sucedido de aquella noche, mientras desayunaban huevos fritos con salchichas, compradas de uno de los supermercados alemanes. Después de escucharlas, Hotaru recordó algo.
—Es cierto chicas, el alma de la princesa me comentó sobre las armas que teníamos en el Reino, como eran mágicas, las podemos recuperar, cuando encontremos a la siguiente guardiana, ya que, las que protegían a la princesa eran principalmente cuatro, pero, puede suceder que encontremos en nuestro destino otras personas que tengan vínculos con el Reino de Saturno.
—Si todas tenemos relación con la princesa y sus guardianas, entonces la siguiente guardiana sería Lázuli— disertó Hayate.
—Puede ser…— Reconoció Fuu, agregando —sabemos de su ubicación en la base subterránea de los Alzados Azules.
—¿Y si a Lázuli la experimentaron como un androide más? — Examinó Haruna.
—Es probable que haya sucedido, no obstante, prefiero saber que nuestra prima está viva y que no la hayan convertido en androide, ya que la ciencia robótica ha avanzado para cualquier cotidianidad…— Comentó Hayate.
—Lo que me preocupa ahora es que los Alzados Azules hayan probado una tecnología robótica de avanzada, con fines bélicos…— Manifestó Fuu.
Ante esa discusión, Hotaru reflexionaba y planteó.
—Chicas, creo que Lázuli era el androide contra quien habíamos enfrentado.
—¿Estás segura? — Dudó Haruna.
—Sí, aunque no del todo, ella tiene rasgos parecidos a nosotras, además, el androide dudó en atacarnos. Cualquier androide que no tenga sentimientos ni pensamientos, atacan con una orden que proviene de la guarida donde vinieron… Estoy segura que Lázuli trató de oponer ante esas órdenes— planteó Hotaru su hipótesis.
—Podría ser, aunque, no estamos seguras no podemos dudar, ya sabemos de la ubicación de la base y hoy debemos iniciar nuestro plan para enfrentarlos, derrotarlos y rescatar a Maki y a Lázuli— dijo Hayate, quien se levantó, al igual que sus primas, después de desayunar y posterior de alistar, para continuar su viaje.
Horas después, a unos kilómetros de la carretera principal a fueras de la ciudad alemana, en una colina de pastos y flores, las cuatro primas Tomoe se pararon en forma de un cuadrado, agarraron sus manos, cerraron sus ojos, concentraron sus energías y sus mentes, para ir en tele transportación a la base de los Alzados Azules.
“Por favor, llévanos al lugar donde está la base subterránea en Siberia” era la plegaria que pidió Hotaru, Hayate, Haruna y Fuu, vestidas con sus trajes relucientes de guardianas, luego, un tornado de luz blanca, elevó y llevó al grupo con la velocidad de la luz, para llegar al lugar pedido.
Mientras tanto, en el salón de las cápsulas del laboratorio subterráneo, en la cápsula cerrada el androide dieciocho empezó a resplandecer, desde su mente de manera leve, en el cual, desde los infinitos sueños, Lázuli encontró a un ser femenino, de cabellera larga y ondulada de color rojo ladrillo, su rostro y su cuerpo en general eran cubiertos por la piel de color azul y portaba un traje de telas finas, similar a los que portaban las mujeres en el Medio Oriente.
La chica de ojos plateados quedó sonriente al mirar fijamente a Lázuli, quien estaba estática e incapaz de reaccionar.
“Es hora que protejas a la princesa, porque la catástrofe llegará pronto a la humanidad, y ustedes tienen la solución de contrarrestar.”
“¿Cuál princesa? ¿Cuál humanidad? ¿Cuál catástrofe? ¿Cuál solución?”
Publicado para el medio alternativo Sitio Bagatela el 3 de enero de 2022.