Del poemario MAMAGALLISMO de Juan Carlos Quenguan:
ARDOR
Amplia avenida
De parqueo automotor,
Transitando con velocidad,
Levantando polvareda.
Sudor contaminado
De gases oscuros,
Peligro de convivencia
Para seres con escasez.
Clima caliente,
Sol alzado hacia la punta de la campana,
Nunca dio clemencia
Ante protectores ensayados.
Obligado salí, llevando caneca de galón,
Para traer el hidrocarburo lubricante,
Con vista temerosa
De único lente conservar
Empañada de partículas artificiales,
Arriesgando la aventura
De Viacrucis transitar.
Caminando llegaba al semáforo
Esperando la luz peatón,
Para poder cruzar
Entre caminantes, ciclas y motos
Con agilidad, sin titubear, ni parpadear.
El viento susurrante
Pasaba por mi rostro de frente,
Saludos amigables
Provenientes de conocidos confiados,
En vez de un toque de dedos de bebé,
Sentí la lluvia horizontal
De tierras diminutas,
Dando pequeños puñitos
De burlas, matoneos y mamaderas de gallo.
Mi cónica córnea
Sufrió rayitas de tierra,
Obligándome a cerrar mi vista,
Causando quejido a los cuatro vientos,
Sin que nadie se diera cuenta
Ni ayudaba, ni apoyaba, ni consultaba.
Como toro herido luché
Para abrir mi vista,
Malgeniado logré
Implorando la divina Providencia
Para seguir caminando.
La neblina se volvió nebulosa,
Llegué a la bomba de gasolina,
Sin ánimo de mentir
Mientras un señor de gafas y gorra me saludaba:
“Hola papi, ¿qué le echo?”
Aunque no soy padre de aquel conocido,
Pedí llenar el galón de ACPM,
Le quiero vender la lavandería
Si quiere confiar en mí.
Lleno el galón, hice transacción
En billetes de mayor valor,
Otra raya, salí sin despedir
“Mal educado”, decían en el fuerte viento,
Provocando molestia
Como réplica de temblor.
Parado, alzando mi rostro, cerré mi ojo
Picaba, sin poder abrir, sin poder cerrar
Desesperado, jodido, furibundo,
Menee mi cabeza,
¡No podía aguantar!
Con dificultad, levanté mi vista
De frente, hacia el semáforo de la esquina
Continué cargando, llevando
Parando, respirando, esperando.
El semáforo peatonal dio luz verde,
A pasos largos, agilicé con fuerza, la traída del galón
Cruzando hacia la otra esquina.
Paré, descargué, respiré, levanté, avancé
Con ardor constante, hacia la lavandería.